A Jesucristo ven sin tardar,
Que entre nosotros hoy Él está,
Y te convida con dulce afán,
Tierno diciendo: “Ven”.
Coro:
¡Oh, ¡cuán grata nuestra reunión
Cuando allá, Señor en tu mansión
Contigo estemos en comunión
Gozando eterno bien!
Piensa que Él sólo puede colmar
Tu triste pecho de gozo y paz;
Y porque anhela tu bienestar,
Vuelve a decirte: “Ven”.
Su voz escucha sin vacilar,
Y grato acepta lo que hoy te da,
Tal vez mañana no habrá lugar,
No te detengas, ven.
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