Hace algún tiempo, tuvimos una fuerte tormenta de nieve y viento en la ciudad donde vivíamos. Los transformadores de electricidad quedaronaveriados y muchos postes del tendido eléctrico abatidos por la fuerza del viento. Sin electricidad, muchas familias tuvieron que iluminar y calentar sus casas, y cocinar sus comidas recurriendo a otros recursos.
Se tiene un sentimiento bastante extraño al vivir en una casa repleta de toda clase de aparatos electrodomésticos que uno desea y, sin embargo, son inútiles por falta de fuerza o poder. Así son muchas vidas sin Cristo. Pueden tener de todo: apariencia y atractivo físico, personalidad, oportunidades, educación, ambición, etc.; de todo, excepto el poder interno, moral y espiritual, para llegar a ser lo que pueden y deben ser. En última instancia, el poder de llegar a ser es el poder de cambiar. Jesucristo no sólo ve nuestro potencial y trabaja pacientemente en nosotros, también nos da el poder para llegar a ser todo lo que podemos ser conforme al sueño y diseño de Dios.
El apóstol Pablo, quien fue un ejemplo precioso de este poder transformador, dijo: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil.4:13). Aunque sucede que frecuentemente sólo leemos lo que nos gusta o interesa, o estimulados por ciertos conceptos sicológicos de moda, leemos y llegamos a creer que "todo lo podemos.. por nosotros mismos". Así mucha gente queda frustrada y casi destruida física, emocional y espiritualmente por pensar y actuar de ese modo. La Biblia y el testimonio de Pablo nos dicen.
"Todo lo podemos en (o por medio de) Cristo que nos fortalece”.
Lecturas:
domingo, 4 de diciembre Juan10:18
lunes, 5 de diciembre Mateo 28:18
martes, 6 de diciembre Colosenses 1:15-16
miércoles, 7 de diciembre Mateo 8:26-27
jueves,8 de diciembre Lucas 6:19
viernes, 9 de diciembre Mateo 9:6-7
sábado, 10 de diciembre Juan 17:1-2
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